La calle sabe: la enseñanza detrás de la tradición
¿Qué implica ser portador de una tradición, sea artística, folclórica o deportiva? Este pequeño texto tiene una fuerza cruda, directa, que mezcla sabiduría callejera con ética comunitaria.
7/13/20252 min read


LA CALLE SABE — LA COMUNIDAD ES SABIA
En todo proceso de aprendizaje, especialmente cuando se trata de llevar tradiciones —sean folclóricas, deportivas o artísticas— llega un momento en el que tienes que exponerte. Si te ha tocado, por las razones que sean, cargar con un pedazo de esa antorcha, tienes que aceptar que nunca vas a tener el conocimiento completo. Nunca. Y eso está bien.
Exponer sin saberlo todo forma parte del proceso. Porque si esperas a dominarlo todo para mostrar algo, nunca vas a salir. Y si sales, si creces, si haces ruido, es muy probable que alguien te critique. A veces vendrá de los que llevan más tiempo y no lo lograron. Y eso, aunque duela, es normal.
Pero hay que seguir. Seguir exponiéndote, seguir aprendiendo, seguir entrando en la escena. Porque esto no va de ego, va de legado. Va de estar donde el fuego sigue encendido: en los talleres, en las jams, en los eventos, en las calles. En los espacios donde se cuece la verdad de la cultura.
No te puedes ir, no puedes encerrarte. Eso de “que la gente venga a mi casa”... no. Así no funciona. La comunidad no sigue al que se aísla, sigue al que está presente. Aunque se equivoque. Aunque esté "atravesao". Porque la comunidad premia. Siempre premia. Premia la constancia, la evolución, la trayectoria. Premia a quien está ahí, a quien no se rinde, a quien baja al ruedo.
Y si te critican... escúchalo. Acéptalo. Y sigue. Sigue aprendiendo. Sigue pagando clases. Sigue yendo a donde están los referentes. Porque si tú cobras por enseñar, también tienes que pagar por formarte. Es una cuestión de coherencia, de respeto al arte y a la comunidad.
Y si alguien sabe más que tú, que lo demuestre, pero con respeto. No con hate. Porque donde realmente se enseña no es en los comentarios de Instagram, es en la pista, en la roda, en el cipher. Ahí es donde se habla claro. Se enseña bailando, cantando, tocando, sudando. Y después, te das la mano. Así funciona en la capoeira, en el breaking, en la rumba cubana, en el casino, en la salsa... en todo.
La comunidad es sabia. La calle sabe. Y si tú estás ahí, con buena fe, aunque la pifies, te lo reconoce. Y si te vas… te apagas.
Así que sigue, aunque duela. Sigue, aunque te critiquen. Sigue, porque tu gente está mirando.
Y si te tocó llevar la antorcha, no la sueltes.
Jesús Mora,
EOTO MLG
Contactos
eachoneteachone.life@gmail.com
Redes sociales
Subscríbete para talleres intensivos:
+34 630810739